El Viaje Amado

Un diario reveló que las tiendas "libres de impuestos" de los aeropuertos sí cobran impuestos a los viajeros, y que las únicas libres de impuestos son las propias tiendas.


Después de que un diario revelara que algunos 'free-shop' de los aeropuertos, como son comúnmente llamados, cobran el equivalente al IVA cuando no deben, y se desató un escándalo y rebelión de los pasajeros, que lanzaron una campaña para no mostrar las tarjetas de embarque cuando los viajeros hacen las compras.

El escándalo comenzó la semana pasada en Londres, cuando el diario The Independent reveló que los locales de tiendas libres de impuestos utilizan las tarjetas de embarque, que le piden escanear a los viajeros en el momento de la compra, para que el gobierno local les devuelva los impuestos de esos artículos en el caso de que los viajeros abandonen la Unión Europea. Pero sin aplicar esa rebaja al precio que los viajeros pagan. Es decir, que los viajeros pagan los impuestos que no deben, y las tiendas se quedan con ese dinero.

Estos locales están ubicados en una área denominada "zona franca", donde no aplican los impuestos convencionales, al menos para quienes abandonan el país (o la Unión Europea en el caso de Europa), ya están luego del paso fronterizo de salida del país y por ende se considera territorio fuera del país.

Cada vez que se realiza una compra, estas tiendas solicitan la tarjeta de embarque con la excusa de que es para información de marketing y algunas incluso dicen que es por seguridad, para comprobar que realmente vas a volar y no estás ahí de intruso. Pero la realidad es que ningún viajero está obligado a mostrar la tarjeta de embarque, y que la compra se puede realizar igual sin mostrarla.

Distinto sería si el viajero solicita que le guarden la compra hasta cuando regrese, como ofrecen algunos free-shop, y ahí si lo necesitan porque las tiendas no son adivinas.

Luego del escándalo que desató la publicación en el Reino Unido, se replicaron los casos de viajeros que se reusaron a mostrar su identificación de viaje, y que abandonaron la compra cuando no los dejaban continuar con la misma. Además vario diarios se sumaron a la iniciativa, como DailyMail, The Guardian, y por supuesto The Independent, quien publicó la nota inicial.

El free-shop no siempre es más barato

Estos diarios además agregaron con datos precisos, lo que todos ya sabemos o suponemos: que muchas veces NO es más barato comprar en el free-shop.
Por ejemplo, un anti-transpirante Dove de 150ml que en Londres se consigue a £1, en estas tiendas, la versión viajera de sólo 35ml cuesta £1.99. O que una botella de jabón Johnson&Johnson de 500ml que cuesta £2.67, en estas tiendas la versión de 50ml cuesta £1.99, lo que es un incremento del 637%. Y así detallan cómo hay más del 100% de incremento en más de 30 productos dentro de una sola tienda.
Incluso en los productos con precios más bajos que puertas afuera, las empresas los venden a un precio mayor con esta trampa hacia los consumidores, y los diarios citan el ejemplo de un Kindle de Amazon, que online se consigue a £53.53, y que Dixon Travels vende a £53 en el aeropuerto, pero que la empresa consigue £10.60 de devolución de impuestos, y por lo tanto debería costar esa cantidad menos.